Una pizca pequeñita, claro

Hoy Lis se ha puesto guapa. Hacía mucho que no lo hacía. Se ha metido en la ducha, con su hermana pequeña, como hacían antaño, cuando a Lis le apetecía no estar sola (ahora casi detestaba las compañías, se había aferrado profundamente a la soledad). Pero hoy se han duchado juntas, y han jugado a tirarse agua una a la otra, y ¡cuidaoquememojaselpelo!, y se han divertido. Lo han pasado bien. Y sí, Lis también. Después se ha alisado el pelo (ya casi nunca lo hace, a pesar de que le encanta), se ha puesto su vestido preferido (y, ojo, casi nunca enseña sus piernas) y se ha calzado sus botas nuevas. Hasta se ha sentido guapa. Se ha mirado al espejo y se ha gustado un poquito, pero sólo una pizca pequeñita, claro. Y se han ido de compras. Y han vuelto a disfrutar juntas. Han llegado a casa, y han reído hasta quedar exhaustas; hasta cuando te quedas sin respiración y te ahogas; hasta que te duele el estómago y las lágrimas (y esta vez, no de tristeza) te resbalan por las mejillas. Se han reído, mucho. Y sí, Lis también. Aunque vuelva a ser domingoporlanoche y vuelva a meterse en la cama con esa sensación de vacío que le acompaña… ya ni recuerda el tiempo que le acompaña ese vacío asfixiante. Pero hoy su hermana le ha hecho sentir que sigue estando viva. Aunque sólo sea una pizca pequeñita, claro.

3 comentarios:

  1. ayer quedé con mi hermana y tuvimos un día así... bueno, nuestra versión de un día así. fue bonito. el texto es muy bonito... muy, y no una pizca pequeñita.

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  2. - Diana, gracias por tus palabras. Me alegro que tú y tu hermana tuvierais un día así ;)

    - Felices fiestas, Anónimo.

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