Todavía no comprendía cómo aquellas palabras pudieron clavársele tanto, tanto, tanto que abriesen un agujero negro en su estómago y otro en su pecho, ahogándola profundamente, hiriéndola desconsoladamente, provocándole unas náuseas terribles y dejándole un gran surco en sus mejillas, provocado por aquel llanto tan amargo que emanaba con abundancia de sus tristes, apagados y ya lúgubres ojos. Se sintió abatida, desconsolada, tremendamente débil y exhausta, como si fuese a desfallecer en cualquier momento. Aquello era real, no estaba siendo una pesadilla ni un mal sueño. Estaba sufriendo realmente, aquellas circunstancias y acontecimientos inminentes la estaban marcando tanto como si Hefesto la estuviese quemando con el fuego de su fragua. La depresión asomaba por todos los poros de su piel y la estaba desbordando, al igual que sucedió aquella vez con la bañera, que olvidó que había dejado el grifo abierto para llenarla e intentar sumergirse en el agua hasta conseguir no salir a flote, y el agua desbordó la bañera, y no supo qué hacer. Lo mismo sucedía con ella. La depresión brotaba por cada recoveco de su cuerpo y no sabía si debía recogerla con una fregona o mejor llamar a los bomberos, porque la inundación comenzaba a transformarse en una emergencia urgente y, quizás, la fregona ya no fuese suficiente. El dolor, el llanto, la aflicción y el desconsuelo estaban haciendo mella en su ánimo y no veía la forma de salir airosa de aquella situación. Ni el momento. Y, es que, lo más posible, lo peor estaba por llegar.
llama a los bomberos antes que pase algo peor...
ResponderEliminarluego te reirás frente a estas palabras ;)
ResponderEliminarLo peor es cuando se adopta una posición cobarde ante palabras que calan tanto.
ResponderEliminar(Me ha hecho ilusión verme en tu lista de blogs.)
cuando lo peor está por llegar, voto a favor de comprarse una pistola (aunque sea de agua). Es muy gracioso dispararse a una misma y empaparse la cara. Un día, si eso tan malo acaba llegando, pruébalo. Y cuéntame qué tal!
ResponderEliminarainamatopeya.
Cerocero, afortunadamente no hizo falta :)
ResponderEliminarSu, hay cosas de las que Lis no se podrá reír ;)
S, tienes mucha razón. Me alegra que te hiciera ilusión verte en mi lista. La historia de Javier y Lorraine me caló mucho cuando la leí. Enhorabuena por tu blog.
Aina, ¡es una idea estupenda! Sólo de imaginarlo ya da risa :D ¡Gracias por tan divertido consejo!